sábado, 9 de agosto de 2008



Se fuga la isla

Y la muchacha vuelve a escalar el viento

y a descubrir la muerte del pájaro profeta

Ahora es el fuego sometido

Ahora

es la carne

la hoja

la piedra

perdidos en la fuente del tormento

como el navegante en el horror de la civilación

que purifica la caída de la noche

Ahora

la muchacha halla la máscara del infinito

y rompe el muro de la poesía.



Afuera hay sol.

No es más que un sol

pero los hombres lo miran

y después cantan.


Yo no sé del sol.

Yo sé la melodía del ángel

y el sermón caliente

del último viento.

Sé gritar hasta el alba

cuando la muerte se posa desnuda

en mi sombra.


Yo lloro debajo de mi nombre.

Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad

bailan conmigo.

Yo oculto clavos

para escarnecer a mis sueños enfermos.


Afuera hay sol.

Yo me visto de cenizas.


Pizarnik


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